Bienvenidos

Bienvenidos al Blog del Osezno.

Desde mi osera escribiré de vez en cuando para mostraros cómo se ve la vida desde aquí.

viernes, 19 de agosto de 2011

JMJ 2011


Como ya dije en otra entrada de mi blog, soy católico, y no de boquilla, sino practicante y participante en muchas actividades de mi parroquia. Así que me cuesta ser objetivo en este tema.
La Jornada Mundial de la Juventud que se está celebrando esta semana en Madrid está levantando muchas polémicas, y en mi condición de católico intento hacerme una idea propia leyendo varios puntos de vista.
Es curioso que me esté resultando tan complicado inclinarme hacia uno u otro lado, ponerme a favor o en contra de unas tendencias o de otras. Siento que unos me tiran de un brazo y otros del otro, y no acabo de moverme al final.
Por un lado, efectivamente soy católico practicante, pero eso no implica estar de acuerdo con absolutamente todo lo que la Iglesia (con mayúscula me refiero a lo oficial, a lo que se conoce como jerarquía católica) dice y hace. De hecho estoy muy contento con los curas de mi parroquia, pero de ahí para arriba me cuesta mucho conectar.  Por eso, y aunque os sorprenderá leer esto, la visita del Papa a Madrid me ha motivado cero. Supongo que cada uno vive su fe como mejor le parece, y a mí las manifestaciones de Fe públicas, a bombo y platillo, pues me tiran para atrás. Estos días, viendo los telediarios, la gente cantando y recibiendo al Papa como a la estrella de rock del momento, me ha dado bastante grima. Pero respeto a todo el mundo, que cada uno haga lo que le parezca y si de verdad lo viven y les refuerza en su Fe y en su condición de cristianos, pues doy gracias a Dios por ello.
Pero no soy yo de Iglesia, con mayúsculas, sino de iglesia, con minúsculas. De reunirme con personas con dudas (que nadie piense que en la iglesia no pensamos y nos creemos todo lo que nos dicen a pies juntillas),  celebrar con ellos, compartir opiniones, dudas, sentimientos. Tratar de ayudarnos unos a otros a ser mejores personas, y sobre todo, personas más felices, que es lo que Dios quiere para todos. Y tratar de ayudar al prójimo desde esos valores. He dicho tratar, porque todos tenemos fallos, malos momentos, envidias, debilidades, comodidades, etc… No somos más que nadie por ser creyentes, ni menos tampoco. Es algo que nos sirve para nuestra vida, y ya está. No me gusta que se nos halague por ello, tampoco que se nos critique.
Entonces estoy en un brete respecto a la JMJ. La visita no me tira nada, pero el apoyar a mi parroquia en la organización, ponerme al servicio de gente que me pueda necesitar y conocer gente nueva sí que me hubiera gustado. Al final, por circunstancias, casi no he participado, pero eso es otra historia y no quiero aburriros.

Pero claro, por otro lado veo y escucho a gente que se queja de los gastos, de los recursos que se han cedido para esto (colegios, polideportivos, institutos, policías, calles cortadas, etc…). En un país en crisis galopante, con gente en paro, pasando hambre, siendo desahuciada, etc…, no parece muy lógico gastar mucho dinero en un evento que ni siquiera es para todo el mundo. Y me parecen lógicas las quejas, pero creo que hay cosas que no se han explicado bien. Por lo que tengo entendido los gastos se cubren entre lo que los peregrinos han pagado y subvenciones particulares de empresas (que se podrían haber dedicado a otras cosas, sí, pero las empresas gastan su dinero en lo que quieren, supongo…). El gasto público es más dedicado a temas de alojamiento y seguridad, pero bueno hay muchos eventos en Madrid a lo largo del año a los que hay que prestar ese apoyo y nadie se queja. Si en vez de para esto hay que poner policías y cortar Madrid para celebrar el mundial de fútbol, a nadie que no le guste se le oye quejarse. Y hay que tener en cuenta también todo lo que los peregrinos van a dejar en Madrid, en comercios, bares, restaurantes, tiendas de recuerdos, etc... Seguro que a nivel económico habrá gente a la que le haya venido muy bien este evento, como cualquier otro que congregue a tal cantidad de gente.

Lo que me parece es que hay cierta animadversión a todo lo que tenga detrás la palabra IGLESIA. Que si el mismo caso no tiene que ver con la Iglesia, se mira con otros ojos. Que  hay muchas etiquetas puestas tanto a la iglesia como a aquellos que participamos de alguna u otra forma en ella; y aunque algunas han sido ganadas a pulso, no creo que todas sean justas.
Al final, yo creo que lo mejor es el respeto. Yo vivo mi Fe con la mayor humildad que puedo y tratando de llevar sus principios a todas las situaciones de mi vida; respeto a los que la viven de cualquier otra forma, ya sea vitoreando al Papa, al obispo de turno o quedándose en su casa sin participar en la JMJ. Incluso respeto, y pido respeto, a la gente que no quiere tener nada que ver con la Iglesia e incluso cuestionan ciertas cosas. Sólo les pido coherencia. Y sobre todo tranquilidad, el colmo de todo esto es ver a la gente del 15M pegándose con los peregrinos de la JMJ.
Ya veis, muchas dudas me asaltan y veo que todos los que opinan tienen su parte de razón. Y como no veo acuerdo posible, pido el mayor respeto para todo el mundo y que cada uno pueda vivir su vida como mejor le parezca, sin juzgar ni perjudicar a la gente de su alrededor. Seguro que con eso ganaríamos todos …

sábado, 9 de abril de 2011

LA CACERÍA

Animado por el creador de "Así se sienten los humanos" (Gracias Josele) retomo mi blog que tenía bastante abandonado.
Y lo hago poniéndome en la piel del gran Félix Rodríguez de la Fuente para tratar de contaros el espectáculo que pude contemplar ayer. La cacería más brutal que he presenciado en mi vida.
Estuve de cena con unos compañeros futboleros, celebrando la victoria en cierta competición de empresas. Soy un osezno autóctono al que no le gusta alejarse de su osera, pero haciendo una excepción a esta norma la cena fue en Madrid. Y las copas de después, en Huertas. Gran ambiente, por cierto.
Precisamente en Huertas fue donde sucedió.
En una selva a la que acceder costaba 8 eurazos (con copa, eso sí) fueron localizadas unas cuantas víctimas, en una relación de 1:5 más o menos respecto a los depredadores. Poco a poco ellos fueron desplegando todas sus armas para tratar de hacerse con las victimas, en una lucha fratricida contra sus iguales. Los había más vehementes, aquellos que nada más entrar dejaban claras sus intenciones con un ritual de "barrido de vista" y sonrisas pícaras ante las que sus victimas reaccionaban mirando hacia otro  lado. Los había más sutiles y respetuosos, pero esos son una especie en extinción.
El osezno disfrutaba observando el ritual de caza, viendo como las victimas acababan rodeadas literalmente por depredadores que intervenían uno tras otro esperando mejor suerte que el anterior. Lo que le extrañó un poco al osezno, reforzado en su pensamiento por uno de sus amigos futboleros, es que en realidad las victimas parecían sentirse muy cómodas en la situación, como si tuvieran asumido que su papel es ese y que no pueden cambiarlo, o como si en realidad estuvieran disfrutando de la cacería a pesar de su papel de víctimas.
Y es que reflexionando un poco, y volviendo a la realidad, ¿a quién no le gustaría estar rodeado de criaturas del sexo opuesto disputándose entre ellas el derecho a dedicarnos una sonrisa, un piropo? El osezno tiene asumido que existe algo en su interior que repele al sexo opuesto. Aún se pregunta como su compañera de viaje en la vida, una atractiva y dulce joven, se fijó en él. Porque el resto de su experiencia con el sexo opuesto, quitando algún pequeño escarceo, ha sido nulo. ¿Será algo físico lo que las echa para atrás? ¿Será algún detalle que al osezno se le escapa? ¿Será alguna hormona generada por el organismo del osezno que aleja cualquier posible atracción hacia él? No lo sabemos, pero lo cierto es que sólo una vez el osezno se ha visto agasajado por alguien del sexo opuesto, y de eso hace 13 años, los mejores de su vida.
¿Qué sentirán esas víctimas de la selva del viernes? ¿Realmente les gusta estar rodeadas de depredadores? ¿Es ese su objetivo noche a noche? Lo cierto es que su ego debe andar por las nubes.
Recomendaría a los depredadores un poco más de educación, un poco más de decoro, un poco más de "romanticismo", un poco más de bondad y un poco menos de babas, un poco menos de hormonas y un poco más de originalidad.
Sin embargo, dudo que sean unos buenos consejos, primero porque repito que el osezno no es el más ligón de la historia, y segundo porque no estoy seguro de que sea lo que las víctimas están esperando de vosotros ...